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sábado, 20 de febrero de 2016

La Zona del Silencio



La Zona del Silencio es un área localizada en la parte central del Bolsón de Mapimí, entre los estados mexicanos de Chihuahua, Coahuila y Durango. El Bolsón de Mapimí está situado en la parte centro-norte de México, a unos 180 km al noroeste de La Laguna que tiene como ciudades principales a Torreón, Gómez Palacio y Lerdo, y forma parte del Desierto Chihuahuahuense.

Historia


En julio de 1970, un misil de pruebas Athena lanzado desde una base militar cerca de Green River, Utah, en dirección al polígono de misiles de White Sands, perdió el control y cayó en esta zona. El cohete transportaba dos pequeños contenedores de cobalto 57, un elemento radiactivo. Inmediatamente, un equipo de especialistas llegaron para buscar el misil. La búsqueda, por tierra y aire duró tres semanas. Cuando finalmente se localizó el cohete, se construyó una carretera para transportar los restos y una pequeña cantidad de tierra contaminada. Como resultado de las operaciones de rescate de la Fuerza Aérea estadounidense, surgieron varios mitos e historias sobre el área, incluyendo “extrañas anomalías magnéticas que impiden la transmisión por radio”, mutaciones de la flora y fauna o visitas extraterrestres.

Flora y Fauna


En la Zona del Silencio también existen áreas con gran concentración de fragmentos de aerolitos, así como especies endémicas, como lo es la tortuga del desierto, reptiles únicos en el mundo y abundantes nopales violáceos. También se puede encontrar especies vegetales como la gobernadora, la sabaneta, ocotillos, magueyes y cactáceas, algunas de ellas endémicas. La fauna incluye liebres y conejos, ratones y ratas canguro, zorros, coyotes y búhos. Al igual que la vegetación, los animales sufren adaptaciones especiales que les permiten vivir en las condiciones adversas de esta árida región.
 




 















Sucesos

Francisco Sarabia, el piloto que sobrevivió
al misterio
Francisco Sarabia Tinoco era el más famoso pionero aviador en México, debido en parte, a su récord de velocidad volando entre la Ciudad de México y Nueva York en 1939. Sarabia ha sido homenajeado a lo largo de los años con estatuas, sellos especiales de emisión que llevan su imagen y otros monumentos. El aeropuerto nacional en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, lleva su nombre. En la década de 1930, Sarabia volaba sobre Durango cuando entró en el espacio aéreo situado sobre el desierto de Chihuahua. De repente hubo un silencio de radio, que alertó al control del tráfico aéreo que algo no iba bien. Sarabia tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia después de que su equipo fallara. Él sobrevivió, pero ni él ni los ingenieros pudieron encontrar explicación a lo que había ocurrido. Este fue el primer caso conocido de problemas técnicos en la Zona del Silencio.



Un misil Athena propiedad de los Estados
 Unidos se estrelló en la Zona del Silencio
El 11 de julio de 1970, Estados Unidos estaban realizando unas pruebas militares con un misil Athena. Fue lanzado desde Green River, en Utah, EE.UU, y se suponía que tenia que llegar a la base de misiles de White Sands, en Nuevo México. Pero misteriosamente, continuó 400 kilómetros al sur, cruzando la frontera México-Estados Unidos. El misil se estrelló en la Zona del Silencio, justo en medio de una duna de arena.
Con el permiso del gobierno mexicano, un equipo de recuperación estadounidense tenía que rastrear la zona para encontrarlo. En la remota zona del desierto, tuvieron que construir una carretera y una pequeña pista de aterrizaje para salvar todo lo que pudieron. Pero al poco tiempo los equipos de comunicación dejaron de funcionar. Fue en ese momento cuando adquirió el nombre de la Zona del Silencio.


FENOMENOS EXTRAÑOS

Las voces cuentan que en ese sitio todo se vuelve silencio, se pierde la señal de la radio, se paran los relojes, los coches no arrancan, las brújulas se vuelven locas, sucesos extraterrestres… pero algunos se quedan en mitos y leyendas.

Sergio Herrera, un hombre recio de sombrero apaleado, miembro de la Asociación Civil que controla el acceso del turismo a esta zona que además forma parte de la Reserva de la Biósfera de Mapimí, cuenta con sus experiencias, ya que desean que el lugar cobre importancia, pero desde el punto de vista de la riqueza biológica que comprende.

Dicha asociación está formada por unos 19 integrantes provenientes de 11 ejidos y 4 pequeñas propiedades conforman el área natural protegida, misma que tiene una extensión de 342 mil 387 hectáreas que abarca parte de los 3 estados.

Por su parte, Julia recordó la visita de un astrólogo, quien al llegar a la zona donde cayó el cono del cohete quiso marcar un punto con su GPS, pero no lo logró, le dio mucha curiosidad.

Se cuentan muchas historias, pero sólo unas cuantas “casi todos han visto”, dijo Sergio. Se refería al fenómeno conocido como la luz del carro de anda o de banda que tiene lugar por las noches en los caminos al conducir un vehículo. Una luz similar a la del vehículo, avanza paralelamente con una distancia de unos 50 metros al auto que se conduce, cuando de pronto desaparece.

“Es de lo más raro, pero la mayoría de la gente lo ha visto. Me tocó verla, yo estaba con unos biólogos, (…) teníamos que cruzar una reja. Nos paramos y cuando abrí la luz se va. Ya como a los 100 metros viene de regreso. Se le hace el cambio de luz y también te da el cambio”, dijo.

Otra de sus experiencias es que en una ocasión observó un prisma plateado, pero no le tomó mucha importancia, y otra más relacionada con objetos voladores no identificados.

“Yo trabajé una vez con una bióloga en la noche, salíamos a revisar trampas. De repente que se aparecen seis luces frente a nosotros, se quedan juntas, o sea parejitas. De pronto salen por nuestro costado y se desaparecen”, mencionó.

Lo cierto es que esta área ha despertado mucho interés en estudiosos de todo el mundo y científicos norteamericanos han declarado que por sus características, la Zona del Silencio sería un sitio ideal para establecer una base de lanzamiento de naves interplanetarias, una planta nuclear y varias cosas más.

El biólogo Carlos René Delgado explicó que este sitio se caracteriza por un gran magnetismo. Al pasar un imán cerca del suelo es posible que jale una buena cantidad de rocas pequeñas y polvo, por lo que la brújula no siempre se dirige al norte. La Zona del Silencio posee algunas particularidades, tales como una gran concentración de hierro en el subsuelo, que llega incluso hasta los arroyos en los márgenes de las comunidades, ya que las lluvias, que no son nada frecuentes, llegan a arrastrarlo hasta ahí.

Después de numerosos estudios, se comprobó que la zona se encuentra totalmente magnetizada y las ondas hertzianas o de radio no pueden propagarse. Las brújulas y relojes antimagnéticos pueden fallar.

La estación de radio más cercana se encuentra en Ceballos, Durango, la población inmediata más poblada a unos 30 minutos aproximadamente. Las frecuencias de radio se pierden. Pero el ruido generado por la estática no es del todo normal. Por momentos se llega a escuchar estruendosos altibajos.

Contrario a lo que muchas personas suponen, las ondas sonoras no se pierden. Se puede conversar igual que en un restaurante citadino y los aparatos abastecidos de energía con baterías alcalinas y los motores de los vehículos funcionan igual que como lo hacen fuera de ese sitio.

Seres Extraños en la Zona del Silencio

Una de las experiencias más conocidas es la de Josefina y Ernesto Díaz, que se encontraban en la Zona del Silencio buscando fósiles en octubre de 1975. Una inundación repentina los dejó incomunicados en el interior de su coche y atrapados en un agujero. Mientras intentaban sacar el coche, fueron rodeados por un grupo de hombres altos, rubios con impermeables amarillos. Los hombres empujaron con mucha facilidad el vehículo fuera del agujero. Una vez fuera de peligro Josefina y Ernesto quisieron dar las gracias a los salvadores, pero los hombres ya no estaban allí, no encontraron huellas de pisadas en el barro.

Otras historias hablan del mismo grupo de personas rubias (dos hombres y una mujer), que aparecen misteriosamente en varias partes de la Zona del Silencio. En una ocasión un turista consiguió hablar con ellos, informó que su español era perfecto y les pregunto de donde venían, ellos respondieron, “de arriba”.

Elaborado por:
Josuahel Cruz Pérez
Azael de la Cruz Hernandez Lorenzo
Pedro Julian Caredano Palacios
Félix Uriel Morales Miguel
Luis Alberto Cagal Avendaño
Jonathan Contreras Martinez

Fuentes de consuta: 
http://www.zocalo.com.mx/seccion/articulo/Los-enigmas-de-la-Zona-del-Silencio-los-fenomenos-sin-exlicacion-aparente
https://es.wikipedia.org/wiki/Zona_del_Silencio
http://www.mundoesotericoparanormal.com/la-desconocida-zona-del-silencio/